Pistas de un Agujero Negro Supermasivo

Pistas de un Agujero Negro Supermasivo

Bryan Garcés

Se suscitó el 11 de Marzo del 2018; un instrumento originario de Japón a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS) detectó una explosión de inmensa magnitud de rayos X a casi 10.000 años luz de distancia de la Tierra, proveniente de la constelación de Leo. La luz resplandeciente creció hasta llegar a abarcar seis veces de la distancia de lo que ocupa la Nebulosa Cangrejo, un residuo de supernova que se encuentra a mitad de camino; los científicos determinaron que la fuente del resplandor era un agujero negro relativamente pequeño, siendo cerca de diez veces más grande que la masa que ocupa nuestro Sol, atrapado en medio de un estallido una avalancha de gas y polvo de una estrella adyacente.


Los astrónomos de la Universidad de Maryland y del Instituto de Tecnología de Massachusetts, han localizado “ecos” en el interior de aquel estallido, dándonos una pista de cómo se originan los agujeros negros, a la par de cómo se desarrollan mientras se alimentan. En la Reunión Anual de la Sociedad de Astronomía Estadounidense en Seattle (Washington) y en una publicación en la afamada revista científica “Nature”, se ha dado a conocer que el equipo puede interceptar la información que surge cuando el agujero negro consume grandes cantidades de material estelar, o incluso cuando se contrae el halo de electrones altamente energizados que lo rodea, pasando d tener una extensión de 100 kilómetros a tan solo 10, en un mes aproximadamente. 

Según el investigador del Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación en el MIT, Jack Steiner, “Esta es la primera vez que vemos que la corona se reduce durante esta fase particular de la evolución del estallido” incluso añade que “La corona todavía es bastante misteriosa, y aún tenemos una comprensión poco clara de lo que es. Pero ahora tenemos evidencias de que lo que está evolucionando en el sistema es la estructura de la corona en sí”. 

Este agujero negro que fue localizado el 11 de Marzo, adquirió el nombre de “MAXI J1820 + 070”, gracias al instrumento japonés, teniendo como una de funciones principales, el monitoreo del cielo en búsqueda de explosiones y destellos producidos por los rayos X. Posteriormente el artefacto “NICER”, localizado en la ISS y diseñado por el MIT, se encargó de visualizar este agujero negro y estudiarlo más profundamente. Se presume que el estallido de energía pudo haber sido ocasionado por la succión de enormes cantidades de material de una estrella cercana, acumulándose alrededor del agujero negro, así generando fricción al disco por la rapidez con la que gira. Además se pudo recopilar mediciones extremadamente precisas de la sincronización que tenían los fotones de los rayos X debido a que “Este agujero negro, brillante y en auge, apareció en escena, y estaba casi completamente despejado, por lo que obtuvimos una visión muy prístina de lo que estaba pasando” según Steiner, generando espontáneamente unos “ecos” entre los fotones que poseen una energía ínfima, emitidos por el disco de acreción. 

Los hallazgos como este, nos ofrecen un mayor conocimiento de las fases importantes de la explosión de un agujero negro, esta explosión siendo una transición a un estado “duro”, por lo que se ve dominado por la energía emitida por la corona, y esta a la vez por el disco de acreción; la importancia recae en que, los científicos pueden llegar a conocer cómo y por qué ocurren este tipo de cambios, teniendo como un beneficio el entendimiento de la evolución de un agujero negro supermasivo y su influencia sobre galaxias aledañas.

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