¿Encontramos un Nuevo Hogar?


¿Encontramos un Nuevo Hogar?

Bryan Garcés


En un mundo globalizado, la tecnología avanza a pasos agigantados en comparación con otras eras de la humanidad, a la par que nuestro conocimiento acerca de este magnífico y vasto universo en el que habitamos. En lo que llevamos del 2019, ya hemos dado un vistazo a la cara oculta de la Luna, hemos expandido los límites de investigación de las fronteras más lejanas a nuestro Sistema Solar, encontrando así planetas que parecen tener condiciones similares a la Tierra, haciéndolos potencialmente habitables, incluso una alternativa de refugio para nuestras futuras generaciones.

Este tipo de hallazgos no suelen ser siempre atribuidos a organizaciones tan poderosas como lo es la NASA, este descubrimiento en específico tiene los méritos de la Universidad de Oviedo, quienes en conjunto a la colaboración con el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), han localizado la existencia de una supertierra que parece tener habitabilidad por su estrella, una enana roja que se encuentra en la constelación de Libra; en pocas palabras un planeta con formaciones rocosas que puede ser un candidato para albergar vida humana, siendo visto por españoles que lo publicaron en la revista científica “Monthly Notices of the Royal Astronomical Society”.

“Los dos exoplanetas descubiertos [uno observado por la NASA y otro divisado por la citada Universidad de Oviedo] son muy similares, pero debido a que nuestra estrella es más brillante, será mucho más fácil caracterizar su masa y, con el futuro Telescopio Espacial James Webb, averiguar si tiene atmósfera e incluso su potencial biológico” según el catedrático de la Universidad de Oviedo, Javier de Cos, quien es uno de los responsables del descubrimiento en conjunto a especialistas investigadores de Canarias y de su universidad. Específicamente este planeta, que fue descubierto a partir de datos del Telescopio Kepler, llega a abarcar la magnitud de dos planetas Tierra, situándose en la “rara avis” de planetas categorizados como “Brecha de Fulton”

Otro de los datos importantes que se ha adquirido, es que su órbita es de 27.36 días, junto a un clima un tanto más llevadero que el planeta descubierto por la NASA, con una media de sesenta grados centígrados, debido a que se encuentra en el límite inferior de la zona de habitabilidad, es decir, el límite en el que un mundo puede tener agua líquida, por su estrella. Por otro lado, la estrella que orbita, se caracteriza por ser una enana roja del tipo M0, a la cual se ha llamado “K2-286” y tiene una actividad moderada como para incrementar significativamente las posibilidades de albergar vida en un futuro. La podemos encontrar a una distancia de setenta y seis parsecs, traducido a 244 años luz, tiene un radio de 0,62 radios solares y una temperaturas de 3650 grados centígrados, un poco menos que muestro Sol (con 5600 grados centígrados). El conjunto de características suman un amplio interés científico, como para investigar su verdadero potencial.

Cabe recalcar que no es la primera vez en la que la Universidad de Oviedo y la IAC, realizasen un descubrimiento de tal magnitud, pues en Junio de 2018, se anunció el hallazgo de dos sistemas estelares, en el primero se podía divisar la existencia de tres planetas similares a nuestra Tierra, demarcando su relevancia en el ámbito de hitos científicos. “Aquel descubrimiento fue algo grande, pero este es aún más relevante” según los investigadores, pero señalan que hay otros estudios que pueden otorgar sorpresas aún mayores; dejando de lado el increíble trabajo que conlleva un descubrimiento de esta magnitud, es realmente magnífico que poco a poco se puedan reconocer planetas que pudiesen ser “nuestro hogar” en tiempos futuros.

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