La Independencia de Guayaquil

La Independencia de Guayaquil

Bryan Garcés

Hace no menos de 200 años nuestro país se encontraba oprimido por los lazos coloniales que adquirimos cuando los europeos se apropiaron de nuestras tierras indígenas, pero en nuestra sangre todavía manteníamos aquella ferviente y férrea convicción que nos llevaría, tiempo después, a independizarnos del yugo español. Las principales ciudades de nuestra patria (Quito y Guayaquil) fueron las primeras en levantarse en contra de los opresores y buscar una libertad, que después de una ardua batalla logramos conseguir.

El proceso de independencia de Guayaquil fue un suceso que tuvo lugar el 9 de octubre de un 1820, dando paso a la creación de la Provincia Libre de Guayaquil. Uno de los factores más relevantes en el campo de batalla, fue la voluntad de los criollos quienes poseían un poderío tanto económico como social. El ejército libertador surgió cuando Antonio José de Sucre llegó a Guayaquil y una vez allí, con el apoyo de los ecuatorianos de regiones litorales e interandinas se conforma un batallón, con personajes destacados como: el doctor José Joaquín de Olmedo, el prócer José de Antepara y el general José de Villamil.

Una de las principales oportunidades que permitieron este levantamiento, fueron las constantes revoluciones que ocurrían paralelamente en Europa, en donde Napoleón Bonaparte invadió España y luego de trifulcas y presión al rey Carlos IV se instauró a José Bonaparte como rey de España y posteriormente con el Estatuto de Bayona se reconoció la autonomía de las provincias americanas con respecto al dominio español, de esta manera otorgando cierto poder y seguridad a los criollos que propiciaron la independencia.

Hablar de guerra y combate resultaría un tanto aislado a lo que en realidad representa la independencia de un lugar, pues a más de un conflicto, es un deseo de libertad, una ansia por ser totalmente autónomo y no tener un superfluo albedrío que ata y detiene el desarrollo cultural e ideológico de una nación, claro está que nuestra cultura y nuestras creencias nos fueron arrebatadas por europeos con deseos de codicia, pero al emanciparnos de ellos, nos volvimos más fuertes y demostramos que, en palabras de Simón Bolívar, “La América es ingobernable”

DIOS, PATRIA Y LIBERTAD